Dice la leyenda que el inventor de los azucarillos alargados se suicidó ya que nadie los usaba como se debía. Supuestamente se tener partir por la mitad, para que el azúcar se vertiese sin ninguna complicación.
Los inventó para evitar tener que agitar los azucarillos rectangulares para que el azúcar se vaya al lado opuesto y luego tener que abrirlo por arriba para verter su contenido.
Entró en una depresión ya que veía que los utilizaban como los demás azucarillos.
Yo personalmente no me creo que se suicidase, pero sí voy a probar a utilizar dichos azucarillos de esa forma. ¿Qué opináis?
Es que es más difícil cortar por el centro que por el extremo. Lo normal es agitarlo desde un extremo y cortar por él.
ResponderEliminar